Todo deportista de corazón sabe que una dieta saludable y balanceada, combinada con la actividad física adecuada, son los factores más importantes para promover y mantener una buena salud en el transcurso de toda nuestra vida.
El corazón es un músculo muy adaptable tanto a la actividad física como a una vida sedentaria, sin embargo, podemos evitar riesgo en el sistema cardiovascular con un estilo de vida saludable que incluya ejercicio diario.
Algunos científicos afirman que una persona con problemas cardíacos no está imposibilitada para realizar ejercicio, ni está obligada a suspender su rutina actual, tal vez sólo deba modificar la intensidad.
El ejercicio ayuda a superar los males del corazón mejorando la vascularización. Así, el ejercicio cardiovascular hasta por 40 minutos diarios, puede producir la generación de nuevas células troncales en el corazón.
Antes de tomar cualquier decisión o someterse a una rutina de ejercicio, es sumamente importante acudir al médico con el fin de recibir un diagnóstico acertado que permita continuar con la rutina de ejercicios sin esforzarse o causar un daño mayor.
Los pacientes con fallos cardíacos no agudos lograrán grandes beneficios con ejercicio físico de bajo impacto como caminar o andar en bicicleta.
El médico será el encargado de someter al paciente a la actividad física para conocer sus límites máximos y asegurarse que no se excederá en el futuro.
Haz ejercicio aeróbico, así agrandas las cámaras del corazón y bajan las pulsaciones por minuto, además de mejorar la tensión, la capacidad del transporte sanguíneo, reducir la tensión arterial y aumentar la calidad y densidad de los glóbulos rojos.
No olvides que todo entrenamiento tiene que tener una planificación y una progresión, y los profesionales encargados de tu entrenamiento tienen que conocer tus capacidades y tus discapacidades.
Foto: Gimnasio de SEVEN DAYS
Fotografía: Alex Guerra - www.estudioax.com
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